Las parejas y los atardeceres son temas recurrentes en la obra del autor, en "Pareja en el Ocaso" se nos advierte de un momento de ternura al final de la luz del día o quizás la esperanza frente a la decadencia.

El errante es una pieza clave en el imaginario de Godoy, es el nuevo signo que simboliza la pregunta eterna del ser humano al tomar conciencia de su existencia temporal dentro de un mundo físico.

"Pareja" es una pequeña escena que presenta a dos personajes faustianos, el hombre la mira a ella con un gesto de sospecha.

La habitación presenta una atmósfera íntima y melancólica, busca la esencia de la experiencia humana en momentos de incertidumbre y reclusión. Contrapone la conexión humana y la soledad, la luz y la sombra, la esperanza y la angustia que coexistieron durante el encierro de la pandemia del Covid 19.

Ante la vastedad indiferente o amenazante del cosmos y la conciencia de la propia temporalidad la pareja encuentra sentido y refugio en la mutualidad. Es un gesto que recuerda la necesidad humana fundamental de conexión, de encontrar un "tú" en el cual reflejarse y sostenerse frente al vértigo de la existencia individual. 

Esta estampa de , Bruno Godoy profundiza en los límites de las sensaciones humanas a través de signos visuales potentes. Esta estampa, creada durante la pandemia, es el preludio de una intimidad latente."La Cita" captura la vulnerabilidad y la expectativa de la conexión humana en un contexto de aislamiento, reflejando las complejas emociones vividas durante aquel periodo 

El cortejo es un tema en el Arte tan antiguo como vigente, Bruno retoma esta práctica clásica y juega buscando desarrollar nuevas experiencias.

Tomado de "Así hablo Zaratustra" de Nietzche, Godoy imagina un momento dónde "El Errante" intenta liberarse eligiendo como pareja a cuerpo ya vació.

Duelo y resignación.

Godoy nos vuelve a enfrentar a estas sensaciones incomodas cargadas de simbolismos, dos personajes que confluyen como el Yin y el Yang, las figuras rodean un eclipse lunar, un personaje con los pies en lo terrenal y el otro flotando en un sueño.

La expulsión del paraíso, el origen de la angustia.